lunes, 14 de abril de 2008

Vuelta a la facultad con Los Campesinos!


Sábado tarde en el centro de Londres. Después de haber llenado el estómago con incontables pintas de cerveza en modernos garitos del Soho, el Time Out nos informó de que a pocas millas de allí, y por un precio más que aceptable (6 libras), podíamos ver en directo a una de las sensaciones del nuevo indie británico. Se trata de- así como suena, en castellano- Los Campesinos!

El Mini-London nos condujo directos a las puertas de la London School of Economics que, a falta de una hora para la actuación, rezumaba calma de biblioteca. Tras bajar unas enmoquetadas escaleras, accedimos a una espaciosa sala con capacidad para unas 500 personas; facultades como salas de conciertos, pop y rock emparentados con la cultura juvenil, libros y música, cerveza y materia gris…como debe de ser. Una lección más de las islas.

Apenas nos dimos cuenta, pero, en cuestión de minutos, cientos de modernos universitarios llenaron la sala logrando bajar la media de edad- a pesar de nuestra presencia- a los 22 años; veintipocos años que también debían rondar los siete componentes la banda galesa que, ya sobre el escenario, decidió hacer bailar, sin descanso, a sus coetáneos desde la primera a la última canción.

A Los Campesinos! les dio por labrar pop aceleradísimo que mezcla crudos guitarrazos, voces adolescentes, elementos electrónicos y vientos clásicos. Un grupo de jovencísimos agitadores de salas que, llegados desde Cardiff y con sólo un disco editado (Hold On Now, Youngster), parece se dispone a hacer danzar a medio mundo y que este verano, sin ir más lejos, estarán en el Summercase.

Híbridos entre el áspero indie de los 90 que practicaban por ejemplo Pavement o Yo La Tengo y la frescura pop actual de grupos verbigracia Architecture in Helsinki, la propuesta de Los Campesinos!, lejos de decepcionarnos, se nos hizo corta y divertida.

Por momentos, las elevadas revoluciones que alcanzó el pop de Los Campesinos! fueron, con razón, entendidas, por gran parte del público, como punk en muchas fases de la actuación y, por ende, bailadas como tal; empujones, saltos, agresiones amistosas, patadas al aire, cervezas voladoras y demás ejercicios nocturnos a pie de escenario para celebrar que éramos jóvenes en una noche londinense de sábado…La juventud que se contagia.

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